Ir al contenido principal

Entradas

La pertinencia, el secreto de la vida

  Le pedí a una AI que hiciera una imagen con base a esta entrada y este fue el resultado. Vivir parece simple: respirar, comer y beber con moderación, y existir. Pero la vida se complica cuando nos preguntamos por qué estamos aquí, y esas preguntas nos asaltan en los momentos más inesperados, como cuando nos duchamos, lavamos los platos, viajamos en avión o intentamos dormir. Es como abrir un buzón de Instagram después de publicar una foto provocativa con el texto "Hazme una pregunta". Llegan cientos de preguntas, pero las respuestas son tan vagas que no aclaran nada. A veces, ni siquiera tienen que ver con lo que preguntamos, sino que nos confunden más, dejándonos con más dudas que al principio. Todos tenemos alguna forma de escapar de esas preguntas. Nos llenamos de actividades, obsesionados con hacer algo todo el tiempo, como si huyéramos de algo, aunque no lo admitamos. Para mí, el licor ha sido mi escape durante mucho tiempo. Lo he usado para calmar las preguntas sin re
Entradas recientes

Mamá, cuando sea grande quiero ser un don nadie

Mi hermosa madre y yo, cuando todavía no tenía que preocuparme por sobrevivir. Te amo, mami.   Desde pequeños, nos enseñan que debemos destacar y ser alguien importante en la vida. Nos sugieren que nos inspiremos en modelos a seguir para alcanzar el éxito. Así, a lo largo de mi vida, he soñado con ser alguien destacado. Quería ser tan admirable como mi abuelo, aspiraba a ser un exitoso escritor y director de cine, anhelaba el reconocimiento de mis talentos. En otras ocasiones, incluso fantaseaba con ser una orca o hijo de un multimillonario, solo para escapar de los problemas cotidianos y enfrentarme a otros dilemas. Sin embargo, últimamente, una extraña sensación ha invadido mi ser: la sensación de no ser nadie en esta vida, de ser un don nadie. Recientemente, por casualidad, me encontré con un fragmento del video podcast de Santiago Alarcón, donde el talentoso actor Andrés Parra compartía su sabiduría y sinceridad sobre su vida. Una frase suya me impactó: "¿Tengo que ser alguien

Dos años lejos del periodismo

                            Este soy yo, en una joranda laboral en Univision en 2018 Hace exactamente dos años, decidí dejar el periodismo después de pasar nueve largos años trabajando en tres medios diferentes (Claro, RCN TV y Univision). Fue una decisión que llevaba tiempo gestándose, un deseo interno de renunciar a mi puesto como Productor de Contenido Digital en Univision, aunque debo admitir que me causó un conflicto interno considerable. Siempre había soñado con escribir noticias y contar historias en grandes medios, con la esperanza de que mis textos, ya sean largos o cortos, llegaran a un gran número de personas. Durante más de tres años después de graduarme como periodista, estuve involucrado en otro trabajo, lo que dificultaba salir de una industria tan difícil de ingresar y, sobre todo, de mantenerse en ella. Pero la pandemia marcó un antes y un después en mi vida laboral. Me saturé de escribir noticias negativas. Si bien antes de la pandemia ya tenía que informar sobre atro

La chica de Bruselas

  Luego de un estresante viaje en tren, llegamos a Bruselas a eso de las 9: 30 pm. Habíamos pasado todo el día caminando por Brujas después de salir muy temprano de nuestro hostal en Ámsterdam. Tuvimos un pequeño retraso en el itinerario porque nos pasamos una estación del tren rápido y terminamos en la costa de Bélgica. Por fortuna, contamos con la ayuda de un amable y particular hombre, que al escucharnos hablar español, fingió que sabía hablarlo también y nos saludó. Notamos rápidamente que solo podía decir “hola, buenos días”, que no conocía ninguna otra palabra de nuestra hermosa lengua, y que su inglés era limitado igualmente. Solo se podía comunicar en francés.  Al final, la barrera del idioma no fue problema y con su empatía y disposición logró (a machetazos, con señas, muecas y un poco nervioso) indicarnos cómo ir a nuestro destino. A Brujas arribamos al mediodía, bajo un sol picante, que poco a poco se fue tapando por las grandes nubes europeas. Me gusta ponerle nacionalidad

Todos estamos rotos

  A medida que avanzan los días y uno va conociendo más a fondo a las personas que lo rodean o conoce nuevos personajes es cada vez más notorio e impresionante lo roto que todos estamos, pero más asombroso es aún el hecho de que lo hemos normalizado tanto que parece no tener sentido ni importancia y no hacemos nada por recomponerlo. Hoy leí una noticia sobre Amber Heard, que después de demandar a su exesposo Johnny Depp porque supuestamente le pegó y la maltrató, protagonizar junto a él el juicio más mediático de la última década por difamación y perderlo, salió a decir que todavía lo ama con todo su corazón. Resultará muy fácil lanzar juicios de valor al respecto, como el hecho de decir que ahora ella quiere parecer una mujer confundida por amor porque tendrá que pagarle más de 7 millones dólares luego de perder la batalla judicial contra su ex y toda su credibilidad ante el mundo, o que tal vez sus declaraciones hacen parte de sus “actuaciones y artimañas”. Podrán salir asegurar

Por fin tengo con quien gastarme los minutos ...

Y las noches son tan cortas para hablar. Pareciera que nos fuéramos a quedar sin palabras de tanto que las usamos.  La distancia se acorta y te siento al lado, sentada en mi cama, cocinando mi cena, saliendo del baño para ir a darme un beso con tu nariz, acostada en mis piernas. Te puedo ver fijamente a los ojos y recorro con mis dedos tu hermoso rostro. Me detengo a contar tus lunares en el pecho y te muerdo el pelo. Tú haces esa cara de consentida, te enroscas y los ojos te brillan como la noche en la que bailamos por primera vez. Me gusta contarte historias y que me cuentes las tuyas porque te he podido aprender a conocer gracias a ellas. Me hace feliz saber que estás en mi vida.  Por fin tengo con quien gastarme los minutos del plan de mi celular y te llamo como un loco que nunca ha usado un teléfono en la vida, aunque realmente me gustaría que los minutos de mi vida fueran ilimitados para poder gastármelos todos contigo.

Te vi mirarlo

Te vi mirarlo con tus ojos grandes y tus pupilas dilatadas como las tiene un gato cuando está jugando. Tenías ese gesto que se hace antes de abrir la boca para sonreír. Parte de tu pelo dorado se movía con el frío viento y tu nariz estaba roja. Esa mirada que le clavaste es la muestra exacta de lo que significa realización. Tan natural, tan espontánea y tan auténtica como tus letras. Por más que busqué dentro de mis sentimientos algún dolor, alguna reacción de pena. Por más que le pedí a mi ego que me dictara algún tipo de drama para autocompadecerme, para molestarme y maldecir la mala suerte de no tenerte, no logré nada.  Yo también hice ese gesto que se hace antes de abrir la boca para sonreír y te clavé una mirada llena de tranquilidad. Porque, aunque daría cada cosa que tengo por ser el hombre al que amas,  no puedo dejar de sentir felicidad por verte mirarlo así.