Exijo que me devuelvan la plata de mis viajes, han sido una estafa. Ya perdí la cuenta de cuántos vuelos he tomado en mi vida. No habrán de ser tantos si se comparan con los que ha hecho Taylor Swift o los que tomó el personaje de George Clooney en Amor sin escalas, pero seguro han sido los suficientes como para que me ocurra algo al estilo de una película romántica. A veces pienso que viajar está sobrevalorado. No me malinterpreten, yo amo viajar, de hecho es una de mis cosas favoritas de la vida; pero nadie habla de lo frustrante que eso a veces puede llegar a ser. Y no me refiero a la tortura de tener que sacar el computador en la revisión de maletas, ni a ver la estupidez humana al subirse y bajarse de un avión. O a tratar de que las piernas me quepan cuando viajo en clase turista. Me refiero a las expectativas que a lo largo de los años la industria del turismo nos ha metido por todos lados con contenido que explota nuestras más íntimas fibras y deseos. Solo hasta cuando comi...
Este espacio es dedicado a todas estas historias que alguna vez vivimos y pensamos en en escribir, pero que luego olvidamos hacerlo. Es una oda a mi infancia, mi vida en Honda, mi paso por el colegio y mis más añorados recuerdos.