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El destino está loco



Pasó lo que tenía que pasar y así fue, todo explotó, sin aviso, pero con presagio y con dolor, un poco sí, tal vez mucho.

Pasó y estábamos ahí, en medio de la madrugada, en medio del frío y de la soledad y el peligro de la calle, a las brasas del calor de unos buenos tragos.

Corría al lado de nosotros ese riachuelo por donde navegaron algunas de mis cosas, pero por donde también se fue el odio, el resentimiento, la rabia y todas esas lágrimas de ira que estaban reprimidas.
Fue una noche loca en donde el pasado me golpeó la cara. Fue un cóctel de emociones, los recuerdos vivieron más que nunca y las cenizas de lo que se quemó entre nosotros parecieron escupirme.

Me arrepiento de haber sido tan idiota, de haber sacado mi peor versión y haberme dejado ganar por el miedo y pasar a ese lado oscuro, porque aporté mucho para arruinarlo.

Ya nunca más va a volver a pasar nada, jamás seremos los mismos otra vez, fue una historia fea, una historia triste al final, ahora somos dos extraños con muchos recuerdos en común y Apple.
El destino está loco, pero en el fondo de mi corazón extraño lo que fuimos en algún momento, los mejores amigos del mundo.

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