Ha pasado ya más de una década de intentos fallidos por
conseguir la tan anhelada décima Champions en la 'Casa Blanca' y nada cambia.
Decenas de jugadores han llegado a reforzar las galácticas líneas del cuadro '
'Merengue' y millones y millones de euros se han gastado, sin embargo, todo
sigue siendo un intento casi enfermizo.
Es imposible creer que aún no logren nada y es normal que
surja la pregunta ¿Qué hace falta? Porque el banco del Madrid ha rotado más que
un cuarto de un motel y las condiciones económicas y las garantías que ofrece
el Club más rico del planeta son favorables desde cualquier punto de vista.
Si apenas llegas, te dan una casa nueva y un coche último modelo de una reconocida marca europea. Te visten diseñadores y te saturan de regalos. Tienes un estadio lleno en todos los partidos apoyándote y por supuesto, los ingresos económicos suben como la espuma de una fina champaña.
Tienen todo pero no hay resultados. Incluso, casi todas las figuras que han desfilado por el Bernabéu no han sido más que promesas que se quedan en eso, excepto claramente está, Cristiano Ronaldo. Pero de esto, no se ha obtenido el nivel esperado. Muchos de estos jugadores, sino son todos, se van del equipo considerado el mejor del siglo XX, y comienzan a jugar de manera exquisita y hasta ganan Champions en otros clubes.
Casos para contextualizar y no extender el tema, están los
de Robben y Shneider, los holandeses que mostraron su mejor nivel con otros
equipos y ganaron por aparte cada uno el torneo más importante de clubes.
Y recién ahora uno mira a Kaká y Ozil, que acaban de
abandonar el equipo blanco hace menos de dos meses y ya están derrochando una
expresión futbolística que jamás tuvieron en 3 temporadas con el equipo
español. Digo tres porque Kaká aunque estuvo 4, una entera se la pasó
lesionado.
¿Les pesará la camiseta? ¿La presión del público es insostenible? ¿No se sienten del todo a gusto? O ¿simplemente van a robar? Todas estas preguntas son válidas y todas han surgido y vuelven a surgir ahora mirando a la exagerada e innecesaria contratación de Bale que no ha podido demostrar en el campo de juego hasta el momento por qué pagaron tanto por él.
La verdad es que el Madrid tiene una maldición, porque se ha
preocupado más por el dinero y el marketing, que por hacer un equipo de verdad.
Han olvidado valores como la lealtad, en el caso del eterno Raúl a quien
echaron como un perro no deseado a la calle y como en la actualidad que
atraviesa Casillas. Han desterrado la humildad de sus líneas y se encargan de
enaltecer y adorar al dinero por encima de todo. Han olvidado el concepto de
equipo y la importancia del trabajo y de la continuidad de procesos y rotan
jugadores y jugadores para vender camisas y publicidad.
Duele reconocer que un emblema del fútbol mundial sólo invierta en la gloria económica y haya olvidado lo deportivo, porque desde que no ganan nada importante han liderado el ranking de los equipos más poderosos y ricos del mundo.
Los jugadores entonces se convierten en modelos, en juguetes
que se le venden a los millones de aficionados en todo el mundo que alguna vez
escucharon y vieron viejos videos de un Glorioso equipo llamado Real Madrid que
ganó Cinco UCL consecutivas. Quedará para la historia el Madrid de Di Stefano, ,
de Gento, de Puskás, hasta del mismo Butragueño y compañía, como también
quedará para la historia la máquina de hacer dinero de Florentino Pérez, que
parece ser el único español que no siente la crisis y que ve a los jugadores
como un ramo de billetes nada más.
Es ilógico que en los últimos cinco años, el Real Madrid solo
haya ganado una Liga BBVA, insólito.
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