I -¿De dónde has sacado ese collar de dientes que traes ahí? por el amor de Dios suelta eso ¡ya! - Se lo he quitado al 'Ratón Pérez' - ¿Al Ratón Pérez? - Sí, al Ratón Pérez. Era él. Nadie más puede andar con tantos dientes. Aproveché que lo vi tomando una siesta, en un sueño profundo y se los robé tal y como él se los lleva cuando me duermo. De hecho, las últimas veces se llevó mis dientes y no me dejó nada y ahora espero una gran recompensa cuando él vuelva a buscarlos. - Pero, ¿de qué hablas? ¿Dónde estaba ese tal Ratón Pérez niño? - En la otra esquina. Debió haber bebido mucha gelatina de cereza antes de dormirse porque sus dientes estaban todos untados de eso, su camisa y el piso también. Tuve que lavar bien los dientes, casi no les cae. Y después con seda dental hice el collar de dientes. Mami, ¿por qué me dices que si desordeno mi cuarto el Ratón Pérez no me va a dejar dinero si él es más desordenado que yo? - ¿Desordenado? ¿Por qué lo sabes? - Es muy desor...
Este espacio es dedicado a todas estas historias que alguna vez vivimos y pensamos en en escribir, pero que luego olvidamos hacerlo. Es una oda a mi infancia, mi vida en Honda, mi paso por el colegio y mis más añorados recuerdos.