Me tienen mamado. Me tienen cansado,
agotado, al punto de que, si no fuera porque me gano la vida en gran parte con
el uso de las redes sociales, hace rato ya las hubiera cerrado y las hubiera
mandado bien a la mierda. Lejos, a donde tienen que estar.
Cada vez que entro a Facebook o Twitter, la mayoría de veces me
encuentro con publicaciones que ya me hacen hasta doler físicamente algo.
Y no precisamente me refiero al odio
desenfrenado y sin control que les brota a casi todos en este país y que debe
tener ensangrentado los teclados de los usuarios, ni tampoco a todos esos
valientes que tras sus pantallas se hacen los más fuertes, rudos, malvados e
intrépidos, y que en la vida real deben parecer a un cachorro asustado con la
cola entre las piernas a la hora de ir a enfrentar problemas. No, lo que más me
tiene mamado de todo es esa onda que se propaga sin parar de los `políticamente
correctos' y que está bien pasada ya.
Resulta que hay una gran banda de personas
que piensan que han evolucionado por X o Y motivo (y sí lo han hecho), y se
sienten completamente orgullosas de ello, al punto de pensar que deberían abrir
facultades y fraternidades para inculcar sus valores y conocimientos y
convertir el mundo.
Por ejemplo, hay algunos que se jactan de
sus viajes por diferentes sitios del mundo y sostienen: "pues mira, eso te
pasa a ti, cerrado e ignorante de mierda, porque nunca has salido de tu maizal.
Porque nunca has conocido otras culturas. Tu pensamiento es tan básico porque
tu cabeza no está abierta al mundo. El racismo se cura viajando, conociendo
otras culturas. Así se evoluciona".
Vaya filosofía de puta madre tan barata.
Increíblemente barata. Es decir, me parece sensacional que conozcas cada rincón
de la tierra, eso es genial. De hecho, pienso que ese debería ser un objetivo
de todos, viajar, conocer, viajar. Pero si estás loco (a) por contarle al
mundo que tú eres una especie de gitano contemporáneo, y no quieres parecer el
presumido que además puedes llegar a ser, pues trata de justificarte en otra
filosofía más convincente. Te lo digo porque viajar puede significar muchas
cosas, puede ayudarte a ver muchas otras, pero no te garantiza ser mejor
persona ni una persona más inteligente o capaz de curarse prejuicios. Si no,
mira a Donald Trump. El tipo ha viajado por todo el mundo y ahora que quiere
ser presidente de los Estados Unidos, su gran objetivo es atacar y eliminar a
las minorías y otras culturas.
Como tampoco estudiar y ser el erudito te
enseña a ser buena persona. Los políticamente correctos también andan con eso
en su discurso. Cuando alguien opina algo diferente a ellos, se escudan en que
"eso pasa cuando la gente no lee, no se ilustra, no estudia, no hace
maestrías, no hace especializaciones, no tiene doctorados, y son si al caso
unos simples bachilleres".
Pues bien, mis queridos amigos estudiados
e ilustrados, los felicito. No hay una cosa mejor en este mundo que andar aprendiendo.
No hay nada mejor, repito, que estudiar y aprender. Sin embargo, eso no te
garantiza ser mejor persona y por supuesto, estar en lo correcto.
Me gastaría todas las páginas de esta
entrada nombrando casos de personas preparadas en las mejores universidades del
mundo que terminaron siendo unos completos hijos de puta. Cómo Hitler, por
ejemplo. Y aquí en Colombia, para no ir más lejos, si revisamos la hoja
académica de Álvaro Uribe Vélez, sabemos que es un prodigo y gran letrado, y
también sabemos todo lo que ha hecho. Entonces no, estudiar mucho y tener
muchos cartones, tampoco garantiza lo que profesan.
Los hábitos y conocimientos
definitivamente no definen a las personas. Las personas son lo que son porque
tienen un corazón y una idea, no porque sean estudiados o ignorantes. Tengan casas
o no tengan y sus cuentas tengan mucho dinero o ni siquiera tengan cuentas. Se es
bueno o se es malo. O se está confundido o enfermo, y en cada uno de esos
estados, puede estar el más estudiado y rico, como el más pobre e ignorante.
Hay gente maravillosa que no se comporta “correctamente”
como lo dice la sociedad y son geniales: inspiran, ayudan y respetan. Comparten
conocimiento, pasión y logran cosas maravillosas que cambian en el mundo para
los suyos sin necesidad de tratar de convencer a todos ni obligarlos a actuar
como ellos, solo hablan con hechos. Así era mi abuelo, el hombre más
maravilloso que conocí; En cambio, hay otras que siguen los “patrones”, y
terminan siendo ladrones de cuello blanco, asesinos y los más corruptos que se
puedan llegar a conocer.
Pero sigamos. Los políticamente correctos
están locos por disimular su pretensión de sentirse superiores y mejores que
los demás sólo por tomar un camino diferente y tal vez saber más que los otros,
pero a la vez, pretenden que los vean como personas “humildes”.
Si bien, no son los únicos, (los de los
otros bandos también piensan que están en la verdad y defienden lo correcto,
son ofensivos y cometen casi los mismos o mayores errores), lo malo de los
políticamente correctos es que ellos se venden a sí mismos una idea errónea:
Ellos son completamente buenos. Para nada malos. Son la esperanza de la raza
humana.
Me explico. Estas personas casi todas
tienen patrones parecidos. La mayoría son vegetarianos y animalistas. Comen
saludable, sólo toman leche de almendra y reemplazaron la harina por la quinoa.
Aborrecen el gluten, detestan las grasas y los fritos y frecuentan sólo lugares
que sigan esas "políticas" de alimentos sanos. Son grandes
deportistas, se ejercitan a diario y comparten sus logros y el número de millas
y de horas que pasan en el gimnasio. Se corren cuanta maratón exista. Defienden
cada causa social. (Por favor, ahí están siempre con su voz de aliento, siempre
con sus comentarios acertados). Protegen las minorías y a los LGTB como si
fueran parte de ellos, Por el amor de Dios son increíblemente evolucionados.
Son amigos de la paz. Todo lo que tenga que ver con paz y en contra Uribe o la
guerra, ellos están ahí. Compartiendo vídeos, frases y hashtags como
#LovesWins...#AdiosaLaGuerra #IgualdadParaTodos…
Son seguidores fervorosos de Daniel Samper
y de la Pulla, y también son especialistas en todo. Sobre todo, en deportes. A
sí, nadie más que ellos pueden opinar al respecto. Si alguien lanza una crítica
o un comentario o un chiste por estar en desacuerdo con el rendimiento de un
deportista, es un sacrilegio total. Por ejemplo, para opinar sobre Nairo
Quintana hay que haber subido antes La Línea en un triciclo pinchado en medio
de un torrencial aguacero con granizo incluido. Para hablar de fútbol, hay que
haber ganado seis balones de oro, haber sido entrenado por Pep Guardiola y
haber dormido como mínimo en el mismo cuarto con Zidane y Ronaldinho.
Y a la hora de contar chistes o compartir
imágenes todas deben ser respetuosas. El sarcasmo para ellos y el humor no
existe. No se puede hacer broma sobre una persona de color, porque es racismo;
tampoco se puede molestar con una mujer, porque es machista; menos se puede
bromear con homosexuales porque es homofóbico y si se hace una crítica en broma
contra el país, se es vende patria, mal ciudadano y hasta para el putas. Ellos
hacen todo correcto. Sólo ellos y nadie más, tienen el derecho a escribir y promulgar.
Pero ojo. Mucho cuidado si tú llegas a
hacer una cosa de esas que no está permitida. Te caen con todo y por un
momento, se olvidan de todo eso que defienden y te atacan sin compasión.
"Atrasado, retazado, ignorante, imbécil, ¿Tienes problemas mentales? ¿Por
qué no te vas del país?, guerrerista, envidioso, asesino, misógino, homofóbico,
machista, que asco lo que comes, gente perezosa que no hace ejercicio" y una cantidad de
adjetivos que tienen bien guardados para cada situación.
Les parece incomprensible que existan
personas que piensen distinto. Atacan a los que comen carne y los critican. Los
juzgan y los tildan de cavernícolas, por ejemplo. Para ellos sólo está
permitida la broma si alguien de su camada es quien ridiculiza e irrespeta.
(Porque como ellos defienden la paz, la tolerancia, el respeto y la equidad)
entonces no ven mal si Daniel Samper ridiculiza a los Youtubers y llama
enfermos y se burla de los que tienen ideas distintas. Para ellos eso es
aceptable. También insultar y catalogar de brutos a los que no quieren botar SÍ
en el plebiscito. Pero después de juzgar y señalar, vuelven a su pedestal de
santos y siguen siendo perfectos e inmaculados.
Son antitaurinos pero comen carne
Los políticamente correctos deberían cambiar su estrategia,
deberían aplicar su sabiduría y deberían enseñar el camino de otra manera. Si
bien, tienen pensamientos diferentes, no se les nota mucho a la hora de
argumentar porque caen en el mismo juego del oponente. Tal y como lo hizo la
selección Colombia en los Juegos Olímpicos de Río frente Brasil y Neymar, que
se dedicó a envolatar el partido, a provocar, a llorar, a hacer de todo, menos
a jugar fútbol. Y por eso perdimos, porque nos olvidamos de jugar fútbol y
caímos en la trampa. La idea no es esa, la idea, pienso yo, es mostrar el otro
lado, el otro camino y eso solo se hace con amor, amort, amort y mucho más
amort... por eso me cansan más los políticamente correctos que los otros,
porque al menos los otros siempre muestran los tachos arriba en todo y todo el
tiempo, pero los políticamente correctos parecen unos ositos dulces que muerden
cuando les dan papaya.
Y esto es para todos: No hay nada de malo
en su forma de vivir ni en sus decisiones, no cambien, sigan así. Lo único malo
es esa pretensión de querer adoctrinar al mundo a que se parezca y sea como
usted es, y no defender ideas sino atacar a los que piensan como los demás.
Todos pensamos distinto, la clave está en aprender a vivir con eso. Si alguien
quiere votar NO. No lo juzgue, no comience a llenarlo de malos adjetivos, pregúntele
mejor la razón de su voto y trate de exponerle su punto. También abra sus oídos
a los argumentos del otro y listo. Así para lo que sea.
Vivimos en un mundo lleno de egoísmo,
donde el triunfo de lo demás, parece significar fracaso en otros. Cuando no
debería ser así. Vivimos en un mundo afanado, que nos lleva a un ritmo que a
veces nos impide ver con claridad y valorar las cosas que realmente tenemos que
hacer, por estar presionados. Vivimos en un mundo donde todos somos distintos, pero
muy pocos han aprendido a entender eso. Yo quiero comenzar a hacerlo, ayúdenme
a creer que existe un mañana que valga la pena y no sean más hijos de puta, no
estamos en una competencia.
Garrote para todo el mundo !!!!
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