Ir al contenido principal

Ellas Tienen la culpa.

Vivimos en una época donde la informalidad  abunda, nadie quiere algo serio, ni que perdure, la gran mayoría de las relaciones de hoy tienen la misma vida que un celular de gama media. A la gente no le gusta el compromiso... todo el mundo anda como loco.

Hemos adaptado muy bien lo de dar amor al prójimo, demasiado bien.  Pues todos contra todas, todas contra todos y a la vez, sin medidas ni remordimientos, sin frenos ni resacas. Este contexto claro está, sólo se refiere al ámbito heterosexual ya  que la comunidad gay no se puede comprar, ellos viven en otra dimensión.

Las cosas no funcionan y son pocos los matrimonios contemporáneos que duran. Tal vez se deba a ese afán de estar cambiando el Ipad por una actualización más reciente, el carro por el último modelo, el celular exactamente igual por otro que tiene una letra demás en su nombre, el que ha confundido a las personas. Tal vez se deba a eso o seguramente a que la gente ya no tiene valores.

No se puede saber a ciencia cierta ni se pueden encontrar culpables, pero si de eso se tratara entonces hipotéticamente se podría decir, y solo como conjetura, que ellas tienen la culpa.

El afán de suplir todas las necesidades al tiempo, es el camino a la autodestrucción, y en la actual sociedad, todo se trata de competencia. De quién es el mejor, de quién gana más, de quién llega primero. Pero no se trata de quién es quién y que rol le corresponde a cada uno. 

Hipotéticamente  se podría decir que las mujeres han olvidado su privilegiada posición y ya no se dan su lugar, se han rebajado a la altura del hombre. Un pensamiento machista, podrán pensar, un retrógrada, podrán decir, pero la persona que tiene que manejar el barco lo está abandonando constantemente y éste, se va a hundir.

Se podría especular que a las putas se les puso el trabajo difícil, porqué tienen competencia que no cobra, y los hombres que prefieren pasar por alto los pasos del cortejo, encuentran a la vuelta de la esquina, una dama dispuesta a darle amor a cambio de una cerveza y un cigarrillo ¡un gangazo!

Si lo más sagrado no se da valor a si mismo, ya el resto no importa. El hombre no valora, algo que no tiene valor y como si se tratara de un objeto, se consume en ello para después olvidar que él también tiene que valorarse.

Una cosa lleva a la otra y así,  todo se vuelve un caos. Las mujeres nacieron para dominar el mundo, para dominar los hombres, para tomar decisiones que los hombres nunca piensan por estar llenos de testosterona, para ser la base del hogar y gestoras de los valores pero desde el génesis están cometiendo errores, dándole Manzanas a Adan, llevando a Troya a la Guerra, separando a los Beatles y olvidando que ellas debe poner el equilibrio.  Si no fuera así, los hombres también pudieran parir.

Ellas tienen la culpa por no hacer lo que deben hipotéticamente hablando y solo como conjetura.

Comentarios

  1. El tiene la culpa por abandonar el barco...cada vez q siente miedo...ellos sean encargado de q la mujer haya dejado su "privilegiado lugar"

    ResponderBorrar
  2. ps pa que decir que no si tristemente ha sido asi,ya no tenemos familias en Colombia las familias son el nucleo de la sociedad, pero eso ya no tiene importancia... gracias a que se tergibizaron los roles

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

"El Corazón tiene más cuartos que un hotel de putas"

No sé si fue por que la hizo Gabo en el año en el que nací, cuando escribió ‘El amor en los tiempos del Colera’,  que esta frase que se extrae del mencionado libro, me llegó tanto la primera vez que la leí, hace ya algún tiempo. No sé si fue porque la leí que comencé a pensar que era cierto lo que decía el maestro Gabriel García Márquez, y antes de comenzar a vivir por los andares del amor, acondicioné esa proposición en mi vida.  Tal vez fue por eso, o porque realmente es cierto, que el corazón, o al menos el mío, tiene más cuartos que un hotel de putas. Y es un hotel grande, al que se le pueden unir socios sin términos ni condiciones, y a los que a pocos les expira la membresía; pero también es un espacio que se puede administrar a voluntad y que si es necesario, se puede desocupar para que sólo un huésped sea el dueño. Sin embargo, en esos cuartos, siempre quedarán memorias de lo vivido, de lo que pasó cuando estuvieron alojados, algún objeto que tal vez dejaron

Los adictos a las relaciones tormentosas

Ya lo sé, ya sé qué van a decir: "este man hablando del amor no tiene ninguna autoridad" y sí, están en lo cierto; pero yo no quiero hacer las veces de experto aquí, simplemente quiero dar una pequeña opinión de lo que he podido percibir en mis alrededores. Esta es la era de las "solteras devotas", el feminismo desaforado e inequívoco, el " estoy sola porque así lo decidí",  y una cantidad de tendencias que para mí, y con todo respeto lo menciono, no son más que estados transitorios de una tusa insuperable. Eso ponen hasta cuanto meme de frases de superación exista como: "todo lo que no está en tu vida es porque no conviene" "La vida tiene muchos planes lindos para ti, si te quita algo, te dará algo mejor", y también montan cuánta foto se tomen haciendo cualquier cosa para demostrar que están "felices", que el tipo no les hace falta, que mejor dicho se ganaron el Baloto cuando terminaron con él. "Yo qui

Dos años lejos del periodismo

                            Este soy yo, en una joranda laboral en Univision en 2018 Hace exactamente dos años, decidí dejar el periodismo después de pasar nueve largos años trabajando en tres medios diferentes (Claro, RCN TV y Univision). Fue una decisión que llevaba tiempo gestándose, un deseo interno de renunciar a mi puesto como Productor de Contenido Digital en Univision, aunque debo admitir que me causó un conflicto interno considerable. Siempre había soñado con escribir noticias y contar historias en grandes medios, con la esperanza de que mis textos, ya sean largos o cortos, llegaran a un gran número de personas. Durante más de tres años después de graduarme como periodista, estuve involucrado en otro trabajo, lo que dificultaba salir de una industria tan difícil de ingresar y, sobre todo, de mantenerse en ella. Pero la pandemia marcó un antes y un después en mi vida laboral. Me saturé de escribir noticias negativas. Si bien antes de la pandemia ya tenía que informar sobre atro