Ir al contenido principal

La Liga Postbón está llena de equipos chicos

El descenso del Cúcuta sigue marcando la tendencia de los últimos años, el fútbol profesional Colombiano se está quedando sin equipos de tradición.

De alguna manera las alarmas se tienen que prender en los equipos grandes que sufren con la promoción, de lo contrario el torneo de la B va tener  más clubes con  hinchada que los de la A.

Es cierto que la historia no es la misma para todos los equipos, y las razones que provocan sus descensos son distintas. Pero deben revisar lo qué está sucediendo y acabar con la epidemia que puede traer graves consecuencias en lo económico y en lo deportivo.  

El rentado nacional, que le apuesta a un espectáculo lleno emociones, de tradiciones, a batallas de regionalismo, a  duelos de historia; está perdiendo sus principales armas para garantizar un evento competitivo e interesante.

El Unión Magdalena, El Bucaramanga, El Deportivo Pereira, el América de Cali, y ahora el Quindío y el Cúcuta, son equipos que por otros tiempos estaban todos a la vez en la máxima categoría.

Todos estos equipos representan ciudades importantes del país, tienen historia, tradición y en el caso del América, es el segundo equipo más laureado de la Liga Postobón.  Sus hinchadas son numerosas, fieles, entregadas, auténticas.

Con la incursión de nuevos equipos, que están comenzando a darse a conocer, el torneo de la A, comienza a perder importancia en diferentes plazas consideradas futboleras.

Captar hinchas no es una cosa que se pueda hacer de la noche a la mañana, a menos de que el dueño del equipo invierta millones y millones de pesos y contrate una nómina de lujo.

La gente va a las canchas a ver figuras, ídolos, representantes  conocidos. Las plantillas de los nuevos integrantes de la A, carecen de este tipo de jugadores.  Entonces no sólo se ve afectada la taquilla general del torneo, sino también la calidad.

Sin embargo no hay que desmeritar el trabajo de los equipos que con pulso se han ganado su espacio en la élite del fútbol colombiano, No en vano están ocupando este lugar. 

Varios tendrán que acostumbrarse a los nuevos clásicos que comiencen a nacer, a las nuevas rivalidades que se  vayan transformando e ir conociendo los nuevos jugadores.

Sin duda, quien se va a ver cada vez más beneficiado si todo continúa así es el fútbol de ascenso, que día tras día sigue sumando seguidores. Seguidores fieles que acompañan a su equipo hasta el fin del mundo.
                   

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Atrapado en un momento del que no puedo salir

  He tratado de escribir algo memorable desde hace al menos ocho meses, lo juro, pero siempre me quedo en las primeras líneas y no logro concretar nada. Llegué a pensar que era más probable que James Rodríguez durara un año en un mismo equipo antes de que yo pudiera hilar una historia nuevamente. La última vez que terminé un texto extenso fue cuando le escribí la carta a Mafe. Ella dijo: “Pensé que iba a ser más larga”. Y eso que me tardé casi un año escribiéndola. He intentado de todo: cuentos, reflexiones, confesiones, pero no paso del primer párrafo. De hecho, es un logro que haya llegado hasta aquí con este texto. Al principio no me preocupé. Pensé que era normal estar cansado de pasar todos los días ideando estrategias y formas creativas para proyectos. Pero con el tiempo, comenzó a inquietarme no poder escribir. Releí algunos cuentos míos y, en lugar de sentir orgullo, sentí miedo: miedo de no poder volver a escribir así. No entendía lo que me estaba pasando. Últimamente nada...

Cuarenta años y ninguna instrucción

Hace poco pensé en hacer un video que se llamara 40 canciones y 40 películas que recomiendo antes de cumplir 40 años. Luego lo pensé mejor y me pregunté: ¿a quién carajo le importa eso? Seguramente a muy pocos. Después pensé: ¿y yo qué gano con eso? Pues nada. No sé por qué me preocupo. Caer en este reto de “producir contenido” como si fuera un deber, muchas veces sin objetivo claro, nos está distrayendo. En mi caso, no solo al crear, sino también al consumir. Y consumir. Y seguir consumiendo. Estoy tan disperso que hasta olvidé por qué comencé esta entrada. Ah, ya recordé: voy a cumplir 40 años este 26 de septiembre. Hace poco, mientras cenábamos en un restaurante hermoso en Santa Marta, Angie me dijo que me notaba afanado. —Estás más conservador y preocupado que nunca —aseveró con ese tono costeño, fuerte, guajiro, ese que me encanta. Me dijo que parecía preso de una cárcel invisible. —No logro identificar de dónde viene —dijo. —Viene de mí —le respondí, mientras me comía ...

"El Corazón tiene más cuartos que un hotel de putas"

No sé si fue por que la hizo Gabo en el año en el que nací, cuando escribió ‘El amor en los tiempos del Colera’,  que esta frase que se extrae del mencionado libro, me llegó tanto la primera vez que la leí, hace ya algún tiempo. No sé si fue porque la leí que comencé a pensar que era cierto lo que decía el maestro Gabriel García Márquez, y antes de comenzar a vivir por los andares del amor, acondicioné esa proposición en mi vida.  Tal vez fue por eso, o porque realmente es cierto, que el corazón, o al menos el mío, tiene más cuartos que un hotel de putas. Y es un hotel grande, al que se le pueden unir socios sin términos ni condiciones, y a los que a pocos les expira la membresía; pero también es un espacio que se puede administrar a voluntad y que si es necesario, se puede desocupar para que sólo un huésped sea el dueño. Sin embargo, en esos cuartos, siempre quedarán memorias de lo vivido, de lo que pasó cuando estuvieron alojados, algún objeto que tal vez...